miércoles, 15 de enero de 2014

Sudamérica

En el caso de Sudamérica, la tendencia a formar grandes consorcios multinacionales permanece con O'Globo de Brasil, Clarín de Argentina y el grupo Cisneros de Venezuela, quienes están entre las corporaciones más grandes del mundo, dominan el mercado nacional y se expanden mediante acuerdos con grandes corporaciones como TCN o con inversiones bancarias de Wall Street.


Con respecto a las consecuencias de la globalización en Venezuela, cabe señalar que dicho país había mantenido un modelo económico sustentado fundamentalmente en la monoproducción petrolera. En materia de regionalización se debe señalar que la globalización hace que se desdibujen los conceptos de nacionalismo y de valores locales. Los medios de comunicación y la expansión de la economía mundial hacen que se estandarice el consumo y se generalicen los usos, modas o prácticas que se hacen a nivel mundial.Acerca del auge de los procesos de integración, es menester decir que la globalización ha motivado la celebración de acuerdos internacionales con la finalidad de favorecer la liberalización del comercio.

En Venezuela en 2009 se fue fortaleciendo la censura, cuando militares del gobierno de boinas rojas ingresaron a la fuerza a las instalaciones de la televisora Globovision al mando de Lina Ron, dirigente de la UPV ( unidad popular venezolana). Anteriormente ya el gobierno venezolano se había encargado de cerrar 34 emisoras y tramitar resoluciones para llevar a la cárcel a los periodistas. Esto que sucedió en Venezuela es un claro ejemplo de censura y una fuerte muestra del obstáculo que son los medios para los gobernantes.El que fuera presidente de la república venezolana, Hugo Chávez se encargó de ir suprimiendo todo medio de comunicación independiente. Primero a través de una alianza implícita con el empresario Gustavo Cisneros, propietario de Venevisión; luego con el cierre de RCTV y de cientos de señales de radio; y más recientemente, a través de la compra de medios por parte de “empresarios” afines al gobierno. Resaltan el caso del banquero Víctor Vargas, principal nombre detrás de la compra del diario Últimas Noticias, o del empresario Raúl Gorrín, nuevo dueño del canal de televisión Globovision.


Desde el punto de vista económico, la globalización comenzó a manifestarse en Argentina en un momento en el que ésta se centraba principalmente en las ganancias excluyendo toda motivación humanista, lo que resultó en una gran crisis con privatizaciones sin control, despojo de los bienes nacionales,  cierre de las pequeñas y medianas empresas por la apertura irrestricta del mercado, precarización del trabajo y prioridad dada al lucro en perjuicio de la persona y su dignidad, al capital financiero en desmedro del productivo.               Durante el último año, a pesar de la escasez de prensa independiente que existe en Argentina, se lograron documentar hechos de corrupción como el que involucra al actual Vicepresidente Amado Boudou, o al contratista de obra pública, Lázaro Báez, a lo que el gobierno respondió suspendiendo al fiscal que llevaba adelante la investigación.


Perú ingresó a la globalización en 1990, tras una década de crisis económica y terrorismo, descrédito de los partidos políticos e inflación. Las Fuerzas Armadas, los grandes empresarios y los organismos multilaterales, aprovecharon estas circunstancias para desencadenar un supershock económico y “reinsertarlo” en el sistema financiero internacional. Prometiendo prosperidad luego del sacrificio, lo que resultó fue un régimen corrupto y dictatorial que duró diez años, hasta que la protesta popular logró reemplazarlo por un Gobierno Transitorio Constitucional.


En cuanto a Brasil, su presidenta, Dilma Rousseff comienza a demandar un sistema internacional que regule internet debido a la revelación de que EE UU espía a su país por medio de la Agencia de Seguridad Nacional.Esto ha ocasionado crecientes restricciones del derecho de expresión online mediante una nueva ley electoral que prohíbe a los medios publicar contenidos “ofensivos” para los candidatos tres meses antes de una elección. Aunque el Gobierno brasileño no censura información de Internet como lo hacen China y Cuba, a menudo reclama a empresas como Google o Twitter que eliminen ciertos contenidos.



En Ecuador, su actual presidente Rafael Correa, con el fin de acabar con la libertad de prensa. Expropió dos de los canales de televisión más importantes del país, pertenecientes a la familia Isaías. A pesar de prometió venderlos rápidamente, hoy día los canales no sólo continúan en manos del gobierno, sino que constituyen las principales vías de publicidad oficial. Así mismo, la Asamblea nacional aprobó una ley de medios de comunicación que criminaliza a quien opina diferente, obligando a cada periodista a contrastar con el propio gobierno cada pedazo de información, eliminando así el periodismo de investigación.

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