miércoles, 15 de enero de 2014

Asia





Índice

1-      Introducción

2-      Censuras: China, Rusia y Corea del Norte

3-      Pobreza y conflictos bélicos: Oriente Medio y Sudeste Asiático

4-      Prensa libre: Japón e India

5-      Conclusión

11. Introducción

El continente asiático experimentó el mayor crecimiento económico mundial durante el último siglo, y mucho es debido a la globalización. Su economía, basada en la exportación, se vio favorecida durante su evolución gracias a la observación, imitación y producción de las demandas del mundo occidental. Esto llevó a la adopción de muchos comportamientos y formas de pensar occidentales, así como un despertar del interés de la población asiática por la cultura del resto de continentes. Pero, ¿hasta dónde pueden conocer los habitantes de Asia sobre el estado actual de la situación mundial?

  2.  Censuras: China, Rusia y Corea del Norte

Es conocida por todos la gran censura que el gobierno de China, la mayor potencia de este continente, ejerce sobre sus ciudadanos a la hora de informarse sobre lo que pasa en el mundo. Los buscadores de internet están monitorizados por la autoridad, que cuentan con palabras “prohibidas” que las personas no pueden buscar. A su vez, delimitan la cantidad de información que el resto del mundo puede exportar a China. Miles de obras musicales, cinematográficas y literarias han sido prohibidas, perseguidas y censuradas para su población, dificultando así en gran medida la asimilación de la cultura occidental. Tampoco se puede expresar descontento con respecto a las acciones de gobierno. Esto dificulta en gran medida la entrada de nueva información sobre el mundo occidental, ya que los máximos mandatarios chinos temen que la influencia de los países más libres democráticamente se vuelva en su contra. A pesar de todo esto, los medios internacionales siguen publicando titulares sobre esta nación en abundancia, ya que está destinada a convertirse en la primera potencia económica mundial, y la atención del mercado internacional está puesta en ella desde hace más de una década.

Un caso parecido es el que vive actualmente Rusia, y en especial su parte asiática, donde las medidas restrictivas de Putin han llevado a la nación a una situación de apagón mediático en temas ahora perseguidos por el gobierno, como es la homosexualidad, las drogas o el suicidio. Este tipo de información no podrá ser buscada en internet por los rusos, y los medios de comunicación tienen prohibida la mención de los mismos. Estas medidas llevaron al resto de naciones internacionales a criticar las acciones del gobierno, así como poner en duda la situación libre y democrática de Rusia, pero sus habitantes no pueden ser conscientes dado que las noticias son segmentadas y prohibidas si ponen en entredicho las medidas tomadas por Putin.


Otro de los países víctima de la censura asiática es Corea del Norte. Ésta es el mayor exponente actual de cómo un mundo cada vez más globalizado y comunicado entre sí no ha podido traspasar las barreras de una dictadura. Los hechos acaecidos dentro de sus fronteras nos son prácticamente desconocidos en el resto de continentes, y la información que llega a este país está extremadamente segmentada y cuidadosamente elegida para así evitar que la población abra los ojos ante su penosa situación autoritaria y se revele contra el estado. En contraste, su país vecino, Corea del Sur, tiene buenas relaciones internacionales con el resto de países, llevándolo en 1991 a formar parte de la ONU. Esta situación ha conseguido que la nación tenga completo acceso a la información internacional, y los sucesos acaecidos entre sus fronteras son a menudo relatados por medios occidentales. 

  3.     Pobreza y conflictos bélicos: Oriente Medio y Sudeste Asiático

Mientras que estamos continuamente bombardeados por noticias sobre los conflictos bélicos que ocurren en la zona de Oriente Medio, la información que nos proporcionan está a menudo manipulada por los medios de comunicación para encubrir las malas acciones que los países occidentales realizamos en dicho territorio, y la población de Oriente Medio apenas cuenta con noticias internacionales sobre su situación actual. Es evidente que la globalización en estos países todavía tiene que abrirse mucho camino, pero llama la atención como una zona con tanta atención mediática es todavía víctima de censuras y manipulaciones a la hora de recibir y emitir información. A estas censuras se une también la situación de pobreza en la que se encuentran países como Yemen u Omán, lo que dificulta aún más la entrada de información occidental. La cobertura mediática de estos países por parte de nuestros medios de comunicación también es muy deficiente, llevando a los ciudadanos occidentales a una situación de completa incultura sobre la manera de vida y situación de los estados mencionados. En comparación, el país mejor comunicado de esta zona es Emiratos Árabes Unidos, donde las acciones políticas promueven el cumplimiento de las leyes impuestas internacionalmente con respecto a la paz y la convivencia. A su vez, se están llevando a cabo numerosas reformas para fomentar la transparencia política y participación de sus ciudadanos, lo que da lugar a una prensa más libre dentro de los límites que la religión mayoritaria en este Estado, el Islam, muy presente en la política y la sociedad, permite.


El sudeste asiático, debido a la extrema pobreza en la que viven muchos de sus habitantes, también es una zona poco comunicada con el exterior. A pesar de contar con países altamente industrializados, como son Filipinas o Malasia, sus habitantes no pueden acceder a la información de manera fácil debido al alto número de personas analfabetas que pueblan estos estados. Las diferencias sociales son las responsables de esta situación, donde unos pocos privilegiados cuentan con todo tipo de nuevas tecnologías y facilidades para enviar y recibir información internacional, mientras que la mayoría de la población es explotada por grandes compañías extranjeras sin tener una visión clara de las noticias actuales mundiales. Para intentar remediar el bajo tráfico de información mediática en esta zona, diecisiete compañías de telecomunicaciones han sido contratadas para construir un nuevo cable submarino que conecte el Sudeste asiático con Estados Unidos. A su vez, los países desarrollados no prestan la suficiente atención a las noticias procedentes de estos países. La población occidental apenas conoce datos sobre países como Myanmar, Camboya, Brunéi o Malasia y sus situaciones políticas y económicas. A menudo se dice que estas noticias no son publicadas debido al poco interés que el público está dispuesto a mostrar por esta parte del continente asiático, lo que no justifica en absoluto la falta de atención que los países desarrollados ponen en dar a conocer las injusticias que se producen en esta zona.

  4.   Prensa libre: Japón e India

En contraste, países como Japón o India experimentaron un gran crecimiento periodístico durante las últimas décadas. En 2005, India fue el país donde más ejemplares de prensa se vendieron durante ese año. En estos países, el sector de la comunicación está a la vanguardia de las últimas tecnologías y sus poblaciones tienen completo acceso a la información del mundo occidental. Las noticias y cultura japonesas han sido exportadas en el resto del mundo de manera masiva, y cuenta con un gran número de amantes y seguidores. Por su parte, India cuenta con una gran cultura cinematográfica que es a menudo exportada a otros paí6ses para su disfrute. El modelo de vida indio y sus costumbres se han visto expuestas así para la visión mundial, y las noticias acaecidas en este país a menudo producen titulares en nuestros periódicos. 

  5.      Conclusión

Podemos decir, por tanto, que dentro de Asia la globalización del periodismo sufre grandes desigualdades entre los países que la forman. Las dictaduras, las situaciones bélicas y políticas conflictivas y la extrema pobreza en la que viven muchos habitantes de Asia meridional son las principales razones de esta injusticia mediática. El camino que muchos de sus estados siguen hacia una sociedad más libre y democrática podrá llevar a una situación de prensa libre en las próximas décadas. Sin embargo, la creciente restricción gubernamental que se está ejerciendo en algunos de los estados de mayor peso (Rusia y China) podría conducir a una situación de apagón mediático absoluto si no se le pone freno, como es el caso actual de la ya citada Corea del Norte.






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